Tiempo para guitarrear

Hace seis años que me vine a Perú. Acá en Lima me ha tocado reinventarme, como a muchos venezolanos. Antes de octubre de 2017, ustedes podían leer entradas (textos) con tonos algo periodísticos, porque hasta entonces era mi profesión. Pero a partir de ahora, una vez que ya me ha tocado asumir plenamente mi oficio como profesora de guitarra, compartiré mis modestos saberes, para ayudar a los interesados a entender más y mejor de qué se trata nuestro instrumento.

Para sumergirnos más en estas nobles aguas musicales, aprovechemos los aires de enero en este novísimo 2024. Seguramente uno de los propósitos es aprender a tocar la guitarra,  y aquí es donde entro en juego. Mi primer aporte será, entonces, cómo ayudar a encontrar un buen instrumento. Si no cuentan con alguien que pueda ayudarlos, mi consejo es escoger una guitarra suave, de tensión ligera. Esta especificación la podrán constatar cuando observen la distancia entre las cuerdas y el mástil: debe ser lo más próximo posible, para que al presionar las cuerdas no sea necesaria una presión extrema. En esta escogencia, el vendedor o encargado de la tienda podrá indicarles, sobre todo si no se tiene ningún conocimiento. Otro detalle es tomar en cuenta de que las cuerdas deberán ser, preferiblemente de nylon, debido a que la presión de los dedos sobre las cuerdas de metal suele provocar molestias. 

Se prefiere aprender con cuerdas de nylon, y luego pasarán a las cuerdas de metal. En este aspecto, también es aconsejable escuchar lo que dicen en la tienda. 

En todo caso, traten de que la emoción por el aprendizaje no les ciegue la capacidad de escoger con tino. Es preferible una guitarra cómoda, ajustada a las necesidades de un principiante que una guitarra hermosa.