El cálido frío de la Colonia Tovar

Sé que el título de este post es un contrasentido, pero el frío que está haciendo en la Colonia Tovar se tornó en algo cálido y maravilloso.

Esta es mi impresión sobre la participación que tuve en el XX Festival Internacional de Música de Cámara de la Colonia Tovar; en el cual me correspondió el honor de abrir el evento ayer viernes, a las 6:30 p.m.

Como mi fotógrafo oficial de los conciertos, es decir, mi esposo Leo, no pudo acompañarme, tuve que apelar a la cámara de mi celular para captar algunas impre(ci)siones... primero, la sala donde me correspondió tocar, el auditorio del Kaffe Muhle, antes de que se iniciara el concierto. Bueno, se trata de un espacio estupendo, y más aún con el resultado que tuvo el instrumento: se aclimató perfectamente, no se desafinó, ni su sonido se distorsionó ni nada por el estilo. Por el contrario, sonó de maravilla... y lo puedo decir con todo y los nervios y la adrenalina y la sensación de no percibir bien lo que se hace mientras se toca música (al menos, es lo que a mi me pasa).

Me parece que tuve un público aproximado de 120 personas, porque lo que se aprecia es más o menos la misma cantidad que me escuchó a mi. Los músicos que aparecen en el fondo son integrantes del ensamble austríaco que también intervino en el Festival. Músicos maravillosos, por demás, por la calidad interpretativa. Me parece que el público pudo acceder a una oferta de lujo con ellos. Sin ninguna duda.

La última fotografía la tomé esta mañana antes de venirme a Caracas. Una vista de la Colonia Tovar, para que no olvidemos que tenemos esa bellísima joya enclavada en las montañas de Aragua, con un clima fresco, helado por las noches, pero gratísimo a juzgar por la calidad de las personas que allí habitan. Un verdadero privilegio.

De mi participación en el Festival, puedo agregar que fue gratísimo, sí sentí los dedos helados (soy extremadamente sensible al frío), y hubo momentos en los cuales tuve la sensación de que los dedos no me respondían, por lo que me vi obligada a bajar un poco el tempo de la música. Por fortuna ese recurso ayudó a la interpretación de las obras, y a medida que fue transcurriendo el espectáculo, los dedos se iban calentando más y más. Con todo, sentí que el público disfrutó del espectáculo: toqué dos bises, firmé autógrafos, recibí muchas felicitaciones, abrazos y parabienes; me retraté con todos los que quisieron, incluso de la emisora Victoria 103.9 FM hicieron un pase en vivo justo después del concierto, y pude hacer algunos comentarios sobre el Festival y lo que yo misma acababa de presentar. Las personas del público me estuvieron manifestando sus simpatías incluso hasta esta mañana, cuando tomaba mi desayuno.

Me anoto una nueva experiencia muy positiva, con la sensación de que dejo sembrado algo en el corazón de quienes me ven, en especial qué hacía ese instrumento que luego dio origen a nuestro cuatro venezolano. Este aspecto como que gusta mucho...

Agrego, para culminar, que haciendo clic en el título, podrán ver un video que apareció en YouTube... gracias a JDugarte, quien hace posible que lo podamos apreciar!!!

http://www.youtube.com/watch?v=zQEY8VRNA6A