El cuatro venezolano, evolución histórica
Desde el pasado 21 de febrero, los espacios de la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela "Lorenzo A. Mendoza Quintero" (Veroes a Jesuíta, bulevar Panteón, Caracas) ofrecen una notable muestra de cuatros y parentela, en más de treinta ejemplares. Si hacen clic en el título de esta nota, podrán ir a la que se publica hoy en el diario El Universal.
Se trata de una exposición con el cual se recorre históricamente la evolución del cuatro, tal como lo indica el título de la muestra. La curaduría y criterio de la exposición la realiza el médico y músico Rafael Casanova, a partir de instrumentos suyos y de colecciones privadas.
Hay varios aspectos interesantes inherentes a esta exposición: en primer lugar, el visitante lo primero que ve es lo más visible -obviamente-, los instrumentos que abarcan desde ejemplares antiquísimos, más de dos mil años antes de Cristo, hasta cuatros de muy avanzada y reciente factura. Por esa cronología pasa nuestra querida guitarrilla, acaso la madre directa de nuestro instrumento nacional, tal como lo hemos reseñado en esta web con anterioridad.
También se observan unos ejemplares antiguos del cuatro, en donde se percibe cómo fue modificando la forma de la guitarrilla (foto del catálogo, en la extrema izquierda), acentuando más la cintura de ésta. En la fotografía, es el instrumento a la extrema derecha, nombrado "Octavo", acaso por presentar ocho cuerdas, aunque en realidad son ocho órdenes. Según Casanova, este ejemplar es de autor desconocido, está fechado en El Tocuyo (estado Lara) y data aproximadamente de 1860.
Desde allí, hay muchos modelos, desde los larenses hasta los orientales. Y hay algo interesantísimo, y es que para Casanova no hay diferencia sustancial entre el cuatro larense y el oriental. Es el mismo instrumento. Sin embargo, en Lara hay otros ejemplares, que han permanecido hasta la actualidad, como el quinto, el quinto y medio, el seis, el mismo octavo, y ¡pare usted de contar! Lo más interesante es que Casanova registra más de setenta afinaciones del cuatro en Venezuela, o sea, hay que ver cómo nuestra guitarrilla parió hijos e hijos en esta Tierra de Gracia.
Otro aspecto interesante es que el visitante de la muestra puede escuchar cómo suenan los instrumentos, gracias a unos audífonos colocados cerca de las vidrieras; así como ver la literatura que se le ha dedicado tanto a los instrumentos antiguos como al cuatro, y que va desde los famosos cuadernillos de Oscar Delepiani, pasando por tratados y hasta la biografía del maestro Fredy Reyna, del guitarrista e investigador Alejandro Bruzual.
Una visión del cuatro
A continuación, parte de la entrevista hecha a Rafael Casanova, el pasado miércoles 27 de febrero en la Casa de la Historia.
-¿Qué diferencia tiene el cuatro oriental con el larense?
-Es el mismo instrumento, de repente se modifican un poco las maderas. Pero la forma de tocar es lo más interesante, los ritmos; pero el instrumento como tal es similar, a peser de haberse gestado en sitios tan diferentes.
-¿Cuántos instrumentos hay aquí?
-Más de treinta. Esta es una muestra representativa de los cuatros que hay actualmente en Venezuela. No obstante, se ha desarrollado mucho la luthería, hay muchos luthieres, contando con constructores excelentes en prácticamente todos los estados de Venezuela.
-¿Usted ejecuta todos estos instrumentos?
-Sí. Yo fui autodidacta desde los cuatro años de edad. Mi abuelito materno, Luis Alberto Duarte, fue quien me enseñó los primeros pasos en la música. A él le gustaba tocar el violín. Después crecí tocando el cuatro, y más o menos a los 17 años de edad, tomé el primer curso de cuatro solista con el maestro Fredy Reyna. Ya teniendo unos 22 años de edad, suplanté al maestro en los cursos que él daba en la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela. Ya para ese entonces estudiaba medicina, el maetro estuvo un tiempo en Europa. Allá conocí a la fallecida Modesta Bor, al profesor Eduardo Serrano. Me enseñó mucho enseñar el instrumento. Después he estado como cuatrista solista, en la Universidad tenía al grupo "Los de aquí". También toco otros instrumentos, como el arpa, la bandola, la guitarra, la guitarra renacentista, la guitarra barroca, etc; todos los instrumentos de cuerda pulsada, el charango, cavaquinho, banjo, cuatro puertorriqueño, tres cubano, timple canario, el ukelele hawaiano, la guitarra jarocha mexicana; y desde hace 18 años pertenezco a "Armonías de Venezuela" que ya tenemos cuatro producciones propias y dos producciones conjuntas con cantantes; en total seis producciones; y una séptima que es nuestro primer DVD, que grabamos con los integrantes de Hexacorde. Por supuesto, siempre estoy tratando de apoyar todas estas exposiciones, y siempre que me lo han pedido así lo he hecho. Cheo Hurtado, quien va a cerrar el ciclo de conciertos que tenemos en junio, quería que se continara esta exposición en el Museo Jesús Soto, porque va a mudar "La siembra del cuatro" a Ciudad Bolívar.
En relación a esos conciertos, van a ser todos lo jueves hasta el 19 de junio, con variados cuatristas de Venezuela, a las 12:30 p.m. con entrada gratuita. Los miércoles van a haber charlas y exposiciones a las 10:30 a.m., dirigidas a un público joven, porque alrededor hay muchos colegios, primarias y secundarias, y se aprovecha y se invita a esos muchachos, para que vean la charla, hagan sus preguntas y aprovechen y vean el museo. Esta es una de las funciones, la DOCENTE, habrá charlas de Enio Escauriza, Sir Augusto Ramírez, Henry Leal, Cheo Hurtado y mi persona.
-¿La construcción del cuatro no había variado en cuatrocientos y tantos años sino hasta el modelo Casanova propuesto por usted?
-Sí, exactamente. En 1970-71, el luthier Ramón Blanco venía de México, aunque él es de origen español, y ya venía con conocimientos de alta luthería, de maderas nobes y de técnicas refinadas. Cuando empieza a hacer los primeros cuatros, vemos la diferencia, entre los nuestros y estos. Los constructores se acercaron al taller de Ramón y mejoraron sustancialmente la luthería. Yo digo que la luthería venezolana de cuerdas pulsadas, sin el arpa, es antes y después de Ramón Blanco.
-¿De los hijos de la guitarrilla hay alguno que haya alcanzado los niveles de avanza tal como lo alcanzó el cuatro?
-Sí, con el charango hay conciertos fabulosos, es un instrumento concertista. Igual el ukelele, el banjo, el cavaquinho que se tocan con orquestas sinfónicas, y a nivel mundial.
Se trata de una exposición con el cual se recorre históricamente la evolución del cuatro, tal como lo indica el título de la muestra. La curaduría y criterio de la exposición la realiza el médico y músico Rafael Casanova, a partir de instrumentos suyos y de colecciones privadas.
Hay varios aspectos interesantes inherentes a esta exposición: en primer lugar, el visitante lo primero que ve es lo más visible -obviamente-, los instrumentos que abarcan desde ejemplares antiquísimos, más de dos mil años antes de Cristo, hasta cuatros de muy avanzada y reciente factura. Por esa cronología pasa nuestra querida guitarrilla, acaso la madre directa de nuestro instrumento nacional, tal como lo hemos reseñado en esta web con anterioridad.
También se observan unos ejemplares antiguos del cuatro, en donde se percibe cómo fue modificando la forma de la guitarrilla (foto del catálogo, en la extrema izquierda), acentuando más la cintura de ésta. En la fotografía, es el instrumento a la extrema derecha, nombrado "Octavo", acaso por presentar ocho cuerdas, aunque en realidad son ocho órdenes. Según Casanova, este ejemplar es de autor desconocido, está fechado en El Tocuyo (estado Lara) y data aproximadamente de 1860.
Desde allí, hay muchos modelos, desde los larenses hasta los orientales. Y hay algo interesantísimo, y es que para Casanova no hay diferencia sustancial entre el cuatro larense y el oriental. Es el mismo instrumento. Sin embargo, en Lara hay otros ejemplares, que han permanecido hasta la actualidad, como el quinto, el quinto y medio, el seis, el mismo octavo, y ¡pare usted de contar! Lo más interesante es que Casanova registra más de setenta afinaciones del cuatro en Venezuela, o sea, hay que ver cómo nuestra guitarrilla parió hijos e hijos en esta Tierra de Gracia.
Otro aspecto interesante es que el visitante de la muestra puede escuchar cómo suenan los instrumentos, gracias a unos audífonos colocados cerca de las vidrieras; así como ver la literatura que se le ha dedicado tanto a los instrumentos antiguos como al cuatro, y que va desde los famosos cuadernillos de Oscar Delepiani, pasando por tratados y hasta la biografía del maestro Fredy Reyna, del guitarrista e investigador Alejandro Bruzual.
Una visión del cuatro
A continuación, parte de la entrevista hecha a Rafael Casanova, el pasado miércoles 27 de febrero en la Casa de la Historia.
-¿Qué diferencia tiene el cuatro oriental con el larense?
-Es el mismo instrumento, de repente se modifican un poco las maderas. Pero la forma de tocar es lo más interesante, los ritmos; pero el instrumento como tal es similar, a peser de haberse gestado en sitios tan diferentes.
-¿Cuántos instrumentos hay aquí?
-Más de treinta. Esta es una muestra representativa de los cuatros que hay actualmente en Venezuela. No obstante, se ha desarrollado mucho la luthería, hay muchos luthieres, contando con constructores excelentes en prácticamente todos los estados de Venezuela.
-¿Usted ejecuta todos estos instrumentos?
-Sí. Yo fui autodidacta desde los cuatro años de edad. Mi abuelito materno, Luis Alberto Duarte, fue quien me enseñó los primeros pasos en la música. A él le gustaba tocar el violín. Después crecí tocando el cuatro, y más o menos a los 17 años de edad, tomé el primer curso de cuatro solista con el maestro Fredy Reyna. Ya teniendo unos 22 años de edad, suplanté al maestro en los cursos que él daba en la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela. Ya para ese entonces estudiaba medicina, el maetro estuvo un tiempo en Europa. Allá conocí a la fallecida Modesta Bor, al profesor Eduardo Serrano. Me enseñó mucho enseñar el instrumento. Después he estado como cuatrista solista, en la Universidad tenía al grupo "Los de aquí". También toco otros instrumentos, como el arpa, la bandola, la guitarra, la guitarra renacentista, la guitarra barroca, etc; todos los instrumentos de cuerda pulsada, el charango, cavaquinho, banjo, cuatro puertorriqueño, tres cubano, timple canario, el ukelele hawaiano, la guitarra jarocha mexicana; y desde hace 18 años pertenezco a "Armonías de Venezuela" que ya tenemos cuatro producciones propias y dos producciones conjuntas con cantantes; en total seis producciones; y una séptima que es nuestro primer DVD, que grabamos con los integrantes de Hexacorde. Por supuesto, siempre estoy tratando de apoyar todas estas exposiciones, y siempre que me lo han pedido así lo he hecho. Cheo Hurtado, quien va a cerrar el ciclo de conciertos que tenemos en junio, quería que se continara esta exposición en el Museo Jesús Soto, porque va a mudar "La siembra del cuatro" a Ciudad Bolívar.
En relación a esos conciertos, van a ser todos lo jueves hasta el 19 de junio, con variados cuatristas de Venezuela, a las 12:30 p.m. con entrada gratuita. Los miércoles van a haber charlas y exposiciones a las 10:30 a.m., dirigidas a un público joven, porque alrededor hay muchos colegios, primarias y secundarias, y se aprovecha y se invita a esos muchachos, para que vean la charla, hagan sus preguntas y aprovechen y vean el museo. Esta es una de las funciones, la DOCENTE, habrá charlas de Enio Escauriza, Sir Augusto Ramírez, Henry Leal, Cheo Hurtado y mi persona.
-¿La construcción del cuatro no había variado en cuatrocientos y tantos años sino hasta el modelo Casanova propuesto por usted?
-Sí, exactamente. En 1970-71, el luthier Ramón Blanco venía de México, aunque él es de origen español, y ya venía con conocimientos de alta luthería, de maderas nobes y de técnicas refinadas. Cuando empieza a hacer los primeros cuatros, vemos la diferencia, entre los nuestros y estos. Los constructores se acercaron al taller de Ramón y mejoraron sustancialmente la luthería. Yo digo que la luthería venezolana de cuerdas pulsadas, sin el arpa, es antes y después de Ramón Blanco.
-¿De los hijos de la guitarrilla hay alguno que haya alcanzado los niveles de avanza tal como lo alcanzó el cuatro?
-Sí, con el charango hay conciertos fabulosos, es un instrumento concertista. Igual el ukelele, el banjo, el cavaquinho que se tocan con orquestas sinfónicas, y a nivel mundial.
Comentarios
Se conoció acerca de la historia del cuatro de manera muy visual, se entendió que fue por medio de los conquistadores, que introdujeron al país por primera vez una pequeña guitarra de cuatro pares de cuerdas que luego de varios cambios daría origen al cuatro venezolano, fue muy bueno poder observar en la clase una guitarra y el laud otro instrumento de origen árabe, pero en este caso era de las islas canaria.
La estrategia de las partes del cuatro me pareció muy buena el captar la atención de los alumnos con una canción fue ingenioso, reforcé por medio de un rompecabezas lo aprendido, las clavijas, mástil, puente, cejuelas, cuerdas, caja de resonancia.
En la afinación se demostró las diferentes maneras de afinar el cuatro con el piano, la flauta, con un afinador o convencional cantando cambur pintor, se hizo un juego donde al ponerse las diferentes cuerdas del cuatro en el piso, se tocaba la nota en el piano y uno pisaba lo que escuchaba.
Se enseño acerca de la construcción del cuatro, que debe ser básicamente simétrica, se hablo de una historia muy interesante del primer luthier de petare y como construía los cuatros con madera de muebles antiguos. Disfrute la clase y principalmente observe las diferentes maneras de trasmitir el conocimiento.
Hasta una próxima oportunidad.