La guitarrista del doctor Lau
Uno de los trabajos extras más lindos que me ha tocado realizar en los últimos tiempos es acompañar al doctor Lau. Don Pablo y doña Cristina son dos señores maravillosos, una linda pareja, que a sus ochenta y tantos, aun siguen enamorados. A don Pablo Lau siempre le gustó cantar, y ahora de viejito, es una de las cosas que más disfruta, y pues, me ha tocado a mi el honor de ser su guitarrista acompañante. Como estar por Caracas con un instrumento al lomo puede ser considerado un acto subversivo, utilizo la guitarra que está en la casa de don Pablo. Se trata de una venerable Tatay, quién sabe de cuándo. Imagínense que la madre de don Pablo, Nieves, la usaba para acompañarse en sus canciones. Y allí está, la ajada Tatay dispuesta en la pared de la casa, mirando desde la distancia todo lo que pasa en ese recinto. Y vaya que el tiempo ha hecho su trabajo, pues sus maderas suenan robustas, sabias, y si me pongo en plan de catadora de vino, con olores frutales y notas