Savall denuncia con "El Reino Olvidado" el genocidio de los cátaros




Crónica de Javier Alonso (Agencia EFE)

Carcasona (Francia), 11 ene (EFE).- La brutal represión contra los cátaros hace ocho siglos en lo que ahora es el sur de Francia, inspira la denuncia de ese "genocidio espiritual" en la obra "El Reino Olvidado", que el músico Jordi Savall interpreta hoy de nuevo.
Savall calificó así la matanza de miles de personas, enviadas a la hoguera, en el territorio conocido como Occitania, un suceso histórico prácticamente olvidado para el gran público y que recupera en una obra que interpretó el pasado sábado en Carcasona y hoy en Blagnac, cerca de Toulouse (sur de Francia).
"Fue una exterminación brutal de una sociedad que pensaba el cristianismo de otra forma, fue un genocidio espiritual", explicó a EFE Savall (Igualada, 1941) después de un exitoso estreno en territorio francés (Carcasona) de "El Reino Olvidado. La tragedia cátara. La cruzada contra los albigenses".
La de Blagnac es la segunda interpretación en Francia de la obra, que cuenta con la intervención de Montserrat Figueras, el contratenor Pascal Bertin, el tenor Lluís Vilamajó, el barítono Furio Zanasi y los componentes del conjunto vocal La Capella Reial de Catalunya y los instrumentistas de Hesperion XXI.
"Lo que hemos hecho es explicar lo que fue este 'reino olvidado' hoy en día, una cultura muy avanzada para la época de un medioevo oscuro", aseguró Savall sobre esta obra, que tuvo su estreno mundial en Barcelona el 16 de diciembre y que llegará a París (Cité de la Musique) en 2011.
Savall y Figueras quisieron aprovechar que en 2009 se cumplían 800 años de la cruzada contra los cátaros -una corriente herética dentro del cristianismo que encontró la frontal oposición del papado y de reyes de la Corona francesa y catalano-aragonesa- para redescubrir episodios apenas contados.
"En esa epoca la Occitania era un punto de luz, porque tenía un concepto tolerante de la vida y de la cultura", comentó Savall, quien recordó cómo los nobles se hacían representar con una espada en una mano y una viola o un laúd en la otra para demostrar su compromiso con la música.
"Para nosotros también es una ocasión de recordar la capacidad de amnesia que tiene el ser humano, porque lo que pasó se ha repetido en toda la historia", afirmó Savall.
Aquel fue un suceso que se descubre constantemente, la utilización de la excusa de la "cruzada" para someter a poblaciones enteras, como ocurrió con la España de Franco y su "cruzada" contra el comunismo, la de los nazis en Checoslovaquia con la invasión de los Sudetes, o "después con Vietnam y con Irak, a propósito de las armas de destrucción masiva", contó Savall.
Desde el punto de vista de la reconstrucción histórico-musical, "El Reino Olvidado" plantea un reto, y de importancia, porque "las músicas que existen de esta época y que se conservan no son más que 10 por ciento del total de las 2.500 canciones de trovadores".
Se trata de unas 250 melodías y por ello, para construir una historia como la de Savall y Figueras, se ha debido acudir a otras para poner música a textos que están incluidos en la narración de los trágicos sucesos de la Cruzada contra los Albigenses (1209).
Savall explicó que cada interpretación de la obra -editada en forma de disco-libro con tres discos y una duración de cuatro horas- será diferente en cada caso, porque la improvisación resulta clave, lo que ocurrió también durante la grabación.
Y ello tiene que ver con la época en la que se compusieron aquellas canciones, "en la que el cantante y el músico tienen mucha libertad porque la melodía está escrita en un sistema como el del canto gregoriano, donde el ritmo no está fijado de una manera absoluta".
"La palabra es la que da el sentido del ritmo", agregó Savall, quien destacó que "esto es lo que daba a esta música este aspecto moderno (...) Es una música antigua pero que, al mismo tiempo, se ha creado en el momento, lo que le da una frescura y modernidad".
Y con estos dos conciertos en Francia, Savall reconoció que vive un momento emotivo: "Lo es poder hacerlo en el corazón de lo que fue la Occitania (...) y en una región que ha sido cultural y socialmente olvidada también, porque aquí nadie se ha preocupado de decir nada" sobre aquellos trágicos sucesos.
"El Reino Olvidado" reivindica tanto a los cátaros como la lengua occitana -empleada en la obra-, emparentada con el catalán y hablada por unos dos millones de persona, en una situación "muy mala", dijo el músico en relación con su falta de reconocimiento como "lengua esencial". EFE

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