La guitarra también suena con la poesía de Vinicius de Moraes
Río de Janeiro.- En aquel bar carioca que siempre frecuentó, y en un mundo tan eterno como sus canciones, Vinicius de Moraes celebraró el pasado sábado sus 100 años, con un whisky en la mano, un cigarro en la otra, rodeado de amigos y lindas mujeres.
La guitarra la dejaría en casa. Las visitas al bar Veloso, en Rio de Janeiro, luego llamado Garota de Ipanema en homenaje a su legendaria canción de bossa nova, pocas veces fueron para trabajar.
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