¿Evolución?
En la imagen tenemos a dos de los primeros instrumentos que llegaron a Venezuela por la vía de Nueva Cádiz, en Cubagua, hacia 1529. El de arriba o a la izquierda, es la guitarrilla o guitarra renacentista, también conocida como vihuela vulgar; mientras que el más grande es la vihuela o vihuela de mano (entre los que necesitaban distinguirla de la vihuela de arco).
La guitarrilla tiene cuatro órdenes y es el instrumento que "evolucionó" (como le tengo alergia a este verbo, lo meto entre comillas) hacia la guitarra moderna, la que conocemos hoy en día; mientras que la vihuela dejó de tocarse o entró en desuso hacia finales del siglo XVII. Mucha gente piensa que la vihuela se convirtió después en guitarra, pero eso es un error. Lo que sí ha ocurrido es que el repertorio para la vihuela ha permanecido hasta la actualidad entre los guitarristas, y de hecho, todavía hoy en día, es de estudio obligado y es repertorio obligado hasta en concursos prestigiosos. Las obras de Luis de Narváez, Diego Pisador, Enríquez de Valderrábano, Alonso de Mudarra, Miguel de Fuenllana y Luis Milán continúan viviendo entre los dedos de los ejecutantes modernos.
Sin embargo, es curioso que la música para guitarrilla apenas se conozca entre los ejecutantes actuales, y si eso es así, el arreglo más cómodo que le hacen es doblar el bajo cambiando la afinación de la sexta cuerda hacia el re grave.
La guitarrilla sí llegó a un punto en el cual el ejecutante del siglo XVI avanzado, debido a los cambios ocurridos en el estilo (cosa absolutamente natural y todavía ocurre, gracias al Dios de las Guitarras), necesitó ampliar las posibilidades del instrumento. Primero se agrandó la caja de resonancia y luego, años más tarde, se le agregó la quinta cuerda. A este modelo de guitarra le llamamos en la actualidad "guitarra barroca". De hecho, esta guitarra conserva la proporción de la afinación de la guitarrilla, más un bajo una cuarta justa hacia lo grave.
Lo que me llama la atención es que en la actualidad, en Venezuela, ha habido un resurgir del cuatro. Últimamente hay cada vez más y mejores ejecutantes del instrumento, que llegan a hacer cosas sorprendentes con el instrumento. Y lo más interesante es que he escuchado decir a algunos ejecutantes que ya el instrumento les "queda corto", como si hubiera necesidad de que el cuatro "evolucionara". Habría que ver hasta qué punto sería esa "evolución", y con las modernas técnicas, sería interesante ver hacia dónde llevan los cuatristas tal "evolución". Esto me hace preguntarme si estamos en un punto igual a 1650, cuando los guitarristas le pusieron la quinta cuerda a la guitarra: en 2011 ¿qué le van a poner al cuatro? ¿cuerdas de metal? ¿sistemas de amplificación o distorsión del sonido? ¿otra caja de resonancia diferente? Habría que ver.
La guitarrilla tiene cuatro órdenes y es el instrumento que "evolucionó" (como le tengo alergia a este verbo, lo meto entre comillas) hacia la guitarra moderna, la que conocemos hoy en día; mientras que la vihuela dejó de tocarse o entró en desuso hacia finales del siglo XVII. Mucha gente piensa que la vihuela se convirtió después en guitarra, pero eso es un error. Lo que sí ha ocurrido es que el repertorio para la vihuela ha permanecido hasta la actualidad entre los guitarristas, y de hecho, todavía hoy en día, es de estudio obligado y es repertorio obligado hasta en concursos prestigiosos. Las obras de Luis de Narváez, Diego Pisador, Enríquez de Valderrábano, Alonso de Mudarra, Miguel de Fuenllana y Luis Milán continúan viviendo entre los dedos de los ejecutantes modernos.
Sin embargo, es curioso que la música para guitarrilla apenas se conozca entre los ejecutantes actuales, y si eso es así, el arreglo más cómodo que le hacen es doblar el bajo cambiando la afinación de la sexta cuerda hacia el re grave.
La guitarrilla sí llegó a un punto en el cual el ejecutante del siglo XVI avanzado, debido a los cambios ocurridos en el estilo (cosa absolutamente natural y todavía ocurre, gracias al Dios de las Guitarras), necesitó ampliar las posibilidades del instrumento. Primero se agrandó la caja de resonancia y luego, años más tarde, se le agregó la quinta cuerda. A este modelo de guitarra le llamamos en la actualidad "guitarra barroca". De hecho, esta guitarra conserva la proporción de la afinación de la guitarrilla, más un bajo una cuarta justa hacia lo grave.
Lo que me llama la atención es que en la actualidad, en Venezuela, ha habido un resurgir del cuatro. Últimamente hay cada vez más y mejores ejecutantes del instrumento, que llegan a hacer cosas sorprendentes con el instrumento. Y lo más interesante es que he escuchado decir a algunos ejecutantes que ya el instrumento les "queda corto", como si hubiera necesidad de que el cuatro "evolucionara". Habría que ver hasta qué punto sería esa "evolución", y con las modernas técnicas, sería interesante ver hacia dónde llevan los cuatristas tal "evolución". Esto me hace preguntarme si estamos en un punto igual a 1650, cuando los guitarristas le pusieron la quinta cuerda a la guitarra: en 2011 ¿qué le van a poner al cuatro? ¿cuerdas de metal? ¿sistemas de amplificación o distorsión del sonido? ¿otra caja de resonancia diferente? Habría que ver.
Comentarios
Esta muy bien ponerle sesenta cuerdas a una guitarra, ¡pero dejaría de serlo! Me parece mucho mejor "rescatar" sonidos anteriores de la historia que innovar en exceso y dejar que se pierdan. OJO, no estoy en contra de innovar, siempre habrá mas gente y mas tiempo para "hacer evolucionar" los instrumentos.
:)