¡Soledad Bravo con mi guitarrilla!

Andaba con mi guitarrilla colgada al hombro, por ahí, y luego de mi clase con Bartolomé Díaz en la Unimet, me asignan la pauta de ir a entrevistar a Soledad Bravo. Muy bien, me tercié mi guitarrilla, al mejor estilo renacentista, y me dispuse a ¡LUCHAR POR LA JUSTICIA! porque ¡EL PERIODISMO ES UN APOSTOLADO! Sorteando el tráfico caraqueño, llegué al lugar de la cita, el Café Olé de Las Mercedes. Me dispongo a esperar a Soledad, y se me acerca Antonio Sánchez, su esposo, para preguntarme por "el cuatro". Le digo que no es un cuatro sino su madre -ojo, la del cuatro-. Brevemente le echo el cuento del instrumento, me pide verlo, se lo enseño, le dice a Soledad, mira, una guitarrilla. Soledad lo toma, todos los fotógrafos se lanzan a disparar, los camarógrafos a tomar... y mi fotógrafo que no llegaba.

Finalmente llegó, hice la entrevista (clic en el título para leerla en El Universal), y Soledad con la guitarrilla encantada de la vida, y yo también, porque sin duda es un honor que alguien de su estatura artística aprecie un instrumento como éste. Por cierto, no salgo con la cantante, porque estoy detrás de la cámara.

Soledad Bravo tendrá un concierto, a propósito de sus 40 años de trayectoria artística, el próximo 20 de octubre en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela.

Comentarios

Anónimo dijo…
Querida Ana María, este blog me ha dado esta tarde una gran alegría, no sólo por lo que ya estábamos esperando de tí, sino también porque ha sido una mezcla de orgullo, aprendizaje, nostalgia y hasta diversión. Verte interpretando la guitarrilla y luego con mi maestro Claudio me ha llevado de nuevo de viaje a nuestro país... gracias por ese regalo, muchísimo éxito en todos tus "envenenamientos".
Saludos,
Aquiles

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